En muchas empresas, para alcanzar la gloria, no importa vencer, basta combatir.
El último escalón de la mala suerte es el primero de la buena.
El mejor sistema filosófico de todos es el de Jesucristo: el sistema de la benevolencia.
Un verdadero hombre no puede ser sino humilde. Conoce la pequeñísima participación que tiene la voluntad en los hechos que lleva a cabo y en qué medida todo se debe a un capricho incontrolable, sin que pueda saberse, hasta hoy, de dónde viene, cómo brota y por qué huye.
El genio está formado por un tercio de instinto, un tercio de memoria y otro tercio de voluntad.
El ingenio está formado por un tercio de instinto, un tercio de memoria y un tercio de voluntad.
Creer inteligente al que se sabe muchas cosas de memoria es como considerar sabio al que tiene en su casa un a gran biblioteca.