El periódico, en el mejor caso, es un cristal de aumento; con frecuencia es solamente una sombra chinesca en la pared.
No es posible crear una publicación de verdad independiente en un mundo oprimido en todos los órdenes.
La exageración de toda índole es tan esencial al periodismo como el arte dramático, pues el objeto del periodismo es hacer que los acontecimientos lleguen lo más lejos posible.