Sé paciente y reúne todos los elementos posibles antes de tomar una decisión..., pero tómala siempre.
No interrogues a tus razonamientos, que sólo pueden contestarte con palabras. Vuélvete hacia el mundo con actos, a fin de que te corresponda con certezas.
Con el espíritu sucede lo mismo que con el estómago: sólo puede confiársele aquello que pueda digerir.
Las personas inteligentes no cometen ellas mismas todos los errores. También dan a otros la oportunidad de cometerlos.
El pesimista ve una dificultad en cada oportunidad; el optimista ve una oportunidad en cada dificultad.