Pierde una hora por la mañana y la estarás buscando todo el día.
La diplomacia es el arte de conseguir que los demás hagan con gusto lo que uno desea que hagan.
El que no tiene abierto el ánimo para la convicción, no está calificado para la discusión.
Enseñar a quien no tiene curiosidad por aprender es sembrar un campo sin ararlo.
Solamente está exento de fracasos el que no hace esfuerzos.