No hay éxito pesimista, la desconfianza es la oración fúnebre y la tumba del éxito.
El secreto de mi éxito está en pagar como si fuera pródigo y en vender como si estuviera en quiebra.
El hombre que teme al fracaso, limita el radio de su actividad; los fracasos nos ofrecen solamente la oportunidad de reanudar la tarea con más tiento e inteligencia.
Un idealista es una persona que ayuda a otra a ser próspera.
Casi todos los obstáculos con los que tenemos que luchar se encuentran dentro de nosotros mismos; nosotros los ponemos allí sólo nosotros podemos quitarlos.
La mayoría de las personas gastan más tiempo en hablar de sus problemas que en afrontarlos.
