El germen de todo plan y de toda empresa es una idea; no capital ni trabajo, sino una idea.
El secreto de mi éxito está en pagar como si fuera pródigo y vender como si estuviera en quiebra.
Es lo mismo para mí que un hombre proceda de Sing Sing que de Harvard. Yo contrato a un hombre, no su historia.
La pregunta «¿quién debe ser el jefe?» es como aquella otra: «¿Quién debe ser el tenor en el cuarteto?». Obviamente, el que tenga voz de tenor.
Llegar juntos es el principio; mantenerse juntos es el progreso; trabajar juntos es el éxito.
No encuentres la falta; encuentra el remedio.
Por el taller es por donde debe financiarse una empresa industrial y no por el banco.
Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido.
El fracaso es sólo la oportunidad de comenzar de nuevo de forma más inteligente.
El secreto del éxito consiste, antes que nada, en estar alerta.
Imposible significa que no has encontrado la solución.
Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto.
Busco hombres que crean que no hay cosas imposibles.
Creer que el trabajo constante, firme e infatigable puede obtenerlo todo constituye la imposibilidad del fracaso.
Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan.
Los obstáculos son aquellas cosas horrorosas que ves cuando apartas la mirada de tu objetivo.
No se puede uno labrar una reputación por lo que tiene pensado hacer.
Calidad significa hacer lo correcto incluso cuando nadie está mirando.
Cuando todo parece estar en tu contra, recuerda que, para levantarse, los aviones necesitan ir en contra del viento y no a favor de él.
El dinero es como un brazo o una pierna: o se usa o se pierde.
