Un solo acto de arrojo puede alterar el concepto de lo posible.
El alma es la conciencia que a sí misma se distingue de cuanto la rodea.
Amar es verse como otro ser nos ve, es estar enamorado de la propia imagen deformada y sublimada.
Un ánimo contento vale más que una corona.
Cuando era joven, creía que el amor tenía que ver con la comprensión; pero al envejecer descubrí que ningún ser humano comprende a otro.
La desdicha, como la piedad, puede convertirse en un hábito.
La felicidad no llega buscándola de una manera directa, sino como producto natural de una vida altruista, útil y humilde.
El matrimonio es una gran institución para quien admiran las instituciones.
Creer que no sufre un ser porque sus ojos no expresan nada es un error fácil de cometer.
Intento comprender la verdad, aunque esto comprometa mi ideología.