Las cosas futuras son tan engañosas y se hallan sujetas a tantas contingencias, que la mayoría de lasmal futuro es el colmo de la locura.
La imitación del alma supera siempre al ejemplo; por el contrario, la imitación del bien es siempre inferior.
Moderarse y vencer la propia codicia es tanto más loable cuanto es más raro saberlo hacer y cuanto más justos son los motivos que concitan la aversión y el apetito de los hombres.