¿Hay cristal, hay nieve en ellas, leche o manteca de azahar, que se pueda comparar, con aquellas manos bellas...?
Nunca manos más galanas, / pálidas y virginales, / bordaron de filigranas, / las áureas capas pluviales.
Asomaba, al cabo de sus mangas, unas manos tan blancas, que yo en verdad habría querido, ser abofeteado por ellas.