Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien le espera.
El más sabio es aquel que ni por lo más remoto cree serlo.
En una palabra: para parecer un hombre honrado lo que hace falta es serlo.
No hay serpiente ni monstruo odioso que el arte no sea capaz de hacer grato a los ojos.
Que tus amigos estén dispuestos a censurarte.
Dios nos dio el corazón para amar.
Antes de escribir, aprende a pensar.