Embrutecidos los hombres por todas las ignorancias, se entregan víctimas de la miseria y de la inmortalidad a toda clase de crímenes, y ni siquiera piensan en defender derechos cuya importancia no saben comprender.
El niño recibe casi toda su educación en los dos primeros años de su vida; no nos apercibimos de ello porque él no sabe hablar.
La incultura es una de las desgracias de mi país. Yo pago primero a un maestro y después a un general.