Atacar el problema educativo por la base y dar correcta atención a las grandes masas humanas es la máxima exigencia de una democracia, pero esto no excluye, sino al contrario, exige, que se le ataque también en la cúspide, nivel donde se cultivan las ciencias y las artes.
El niño recibe casi toda su educación en los dos primeros años de su vida; no nos apercibimos de ello porque él no sabe hablar.
La incultura es una de las desgracias de mi país. Yo pago primero a un maestro y después a un general.