Los necios son los hombres sensatos en cuestión de mujeres.
Te admiro por tu sensatez, te odio por tu cobardía.
Pocas cosas bastan para hacer feliz a un hombre sensato, pero nada puede satisfacer a un necio: por eso son desdichados casi todos los hombres.
Los seres más sensibles no son siempre los más sensatos.
Como nace el día y desaparece, así todo lo humano. Los dioses aman al hombre sensato y odian a los soberbios.
Le es más difícil a los ricos adquirir la sensatez, que a los sensatos la riqueza.
La necedad nos persigue en todas las etapas de la vida. Si alguien parece sensato sólo se debe a que sus necedades están en proporción con su edad y su fortuna.