La igualdad no existe ni puede existir. Es mentira que todos podamos ser iguales; hay que darle a cada quien el lugar que le corresponde.
En todos los partidos hay elementos que pueden servir: quien rechace imprudentemente esos elementos, perpetuará a los partidos; quien los aproveche con cordura, acabará por disolver los partidos, confundiéndolos en un sistema nacional.