El que hace algo, puede equivocarse, pero el que no hace nada ya está equivocado.
Mucha abundancia de riquezas no puede ser guardada por un hombre, sin pecado.
La gente se ríe del infeliz que se ablanda con las lágrimas de la adúltera y le llama cornudo, consentido y no sé cuántas cosas engañado que dejarse consumir por los celos y convertirlo todo en escena de tragedia?
Hace uno bien en alabarse a sí mismo, cuando no encuentra otro apologista.
El colmo de la estupidez es aprender lo que luego hay que olvidar.
Nada hay más divertido que hablar e broma de aquello que no se sospecharía que lo fuera.
De los ausentes o callo o hablo bien, que la mayor parte de las rencillas nace de la destemplanza de la lengua.