Tal como es hoy el universo ha sido y será siempre. Nada hay en que pueda transformarse. Nada existe que pueda serle agregado o cambiado.
Los filósofos no han hecho más que interpretar diversamente el mundo; ahora se trata de transformarlo.
El hombre transforma el medio que lo rodea y manipula sus fuerzas retentivas y expresivas, para luego sufrir la influencia de la realidad que ha creado.
Transformaos por la renovación de vuestra mente.
Transformar una experiencia en conciencia, en esto estriba ser hombre.
No hay nacimiento ni muerte; hay transformación bajo la ley del progreso.