Busqué a Dios y lo encontré, me busqué a mí mismo y me encontré, busqué al prójimo y encontré a los tres.
El sol y la muerte no se pueden mirar fijamente. Pero si el sol puede mirarse a través de un vidrio ahumado, la muerte puede mirarse sin parpadear, a trevés de la idea de Dios.
Dios me preocupa como la existencia social, como sociología, pero no como un Dios por encima de los hombres o por encima de la Naturaleza.