El deseo de lo imposible es enfermedad de la inteligencia.
Nunca mires para atrás, siempre para adelante, pues cuando la suerte te acompañe, nada existirá que te sea imposible.
Muchas cosas se consideran imposibles antes de haberse realizado.
¿No es posible, me escribe usted? Eso no es francés.
Sólo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible; no hay más que un modo de dar una vez en el clavo y es dar muchas en la herradura.
Señal de gran demencia es perseguir lo imposible.
Con constancia y tenacidad se obtiene lo que se desea; la palabra imposible no tiene significado.