Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas.
El secreto del éxito es la constancia en el propósito.
El éxito en la vida de un hombre está en prepararse para aprovechar la ocasión cuando se le presente.
La acción nunca trae siempre felicidad; pero nunca hay felicidad sin acción.
No hay mejor educación que la de la adversidad.
El recuerdo de una amistad del colegio tiene cierta fuerza mágica: ablanda el corazón y hasta conmueve el sistema nervioso de los que no tienen corazón.
Lo verdaderamente mágico de nuestro primer amor es la absoluta ignorancia de que alguna vez ha de terminar.