Nadie está obligado a dar más de lo que puede.
Nunca se desprende uno de lo que le pertenece, aunque lo tire o lo regale.
Mientras no se ha dado todo, no se ha dado nada.
Si lo diste todo, menos la vida, has de saber que no habría dado nada.
La voluntad y no el don hace al donador.
Da a medias quien vacila al dar.
Tu vida es lo que has dado.