No ceses de esculpir tu propia estatua.
Cada alma es y se convierte en lo que contempla.
El alma humana encerrada en el cuerpo padece sufrimiento, vive presa de la pena, del temor y de todos los males; el cuerpo es para ella, prisión, caverna y antro.
Es debilidad manifiesta no inquietarnos por los males de los demás y sólo pensar en evitarnos penas.