Si tú me amaras y yo te amase, ¡cómo nos amaríamos!
Esta tarde te quiero demasiado para hablarte de amor.
Amarse antes de conocerse es, en verdad, sencillo. Lo difícil es amarse después, cuando los enamorados ya se conocen y se han descubierto y se van descubriendo más cada día.
Hay cuerpos perfectos y rostros perfectos. Pero ¿qué no hay corazones perfectos?
Llagará un día en que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza.