Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles.
Las madres de los soldados muertos son los jueces de la guerra.
Un hombre debe tener por lo menos dos vicios. Uno solo es demasiado.
No se saca nada de nada, lo bueno viene de lo antiguo, pero no por esto es menos nuevo.
Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse tendrá que pasar al ataque.
Sólo la violencia ayuda donde la violencia impera.