Muchas personas cuidan de su reputación y no cuidan de su conciencia.
Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo.
El que sabe vencerse, en la victoria es dos veces vencedor.
Un solo hombre ingrato perjudica a todos los que sufren.
En mar tranquila, todos somos buenos pilotos.
El que es temido por muchos, a muchos ha de temer.
La buena reputación es un segundo patrimonio.