Los abogados están más puestos a poner a un hombre en un aprieto que a sacarlo de él.
Donde se usa del juramento es donde se abusa de la mentira.
Un abogado con un portafolio puede robar más que un ciento de hombres armados.
Los abogados, como el pan, son mejores jóvenes y nuevos; y los médicos, como el vino, cuando son viejos.