El conferenciante ideal es el que logra entretener sin que nadie se entere de lo que dice.
Ideas geniales son aquéllas de las que lo único que nos sorprende es que no se nos hayan ocurrido antes.
El hombre más situado para triunfar no es el que sabe dominar sus pasiones, sino el que sabe dominar las pasiones ajenas.
El secreto para ganar consiste en tener buenas cartas; lo malo es que no hay ningún secreto para tener buenas cartas.