El mayor de los peligros para la mayoría de nosotros no es que nuestro objetivo sea demasiado alto y no lo alcancemos, sino que sea demasiado bajo y lo logremos.
Desde que amanece el día puede pensarse: hoy he de encontrarme con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un envidioso y un egoísta.
El amor es el ala que Dios ha dado al hombre para volar hasta Él.
No sé qué es preferible: el mal que hace bien o el bien que hace el mal.
Tengo ya demasiadas esposas, es decir, este arte que me acosa incensantemente, y mis obras son mis hijos.
Aún aprendo. Frase favorita del artista hasta su muerte.
El verdadero trabajo del arte no es una sombra de la divina perfección.