Hay un signo infalible para reconocer a un genio: todos los idiotas le cierran el camino.
Ningún hombre aceptará un consejo en lugar de dinero. De donde se deduce que el dinero vale más que el consejo.
Un hombre no debe avergonzarse nunca de su equivocación, lo que, en otras palabras, quiere decir que es más sabio hoy que ayer.