Donde truena un hecho, ten la certeza de que ha relampagueado una idea.
La niñez es una edad confiada, que todavía no conoce dónde está lo imposible.
No te reveles contra quien te manda; soporta su dureza, no por temor sino por compasión, a fin de que no aumente su pecado.
La superioridad, la fuerza, la magnanimidad y la cordura son el apoyo del saber desear vehementemente y de valerse de todos los medios para dar satisfacción a la propia voluntad. De tal temple son los hombres que llevan a cabo grandes cosas: buenas o malas.