Si un contemplativo se echa al agua, no probará a nadar, tratará primero de comprender el agua. Y se ahogará.
Cuando los coches piensen, los Rolls-Royce estarán más angustiados que los taxis.
Con los defectos, nada de prisas. No vayas a corregirlos a la ligera. ¿Qué ibas a poner en su lugar?
El alma es un océano bajo la piel.
En este siglo, el falo se ha hecho doctrinario.