En un nombre honesto hay un fuerte baluarte.
Es un gran peso sobrellevar un nombre famoso.
El buen nombre es la joya más inmediata a las almas; el que hurta mi buen nombre, me arrebata una cosa que no lo enriquece y me deja pobre de verdad.
El hombre se siente orgulloso de grabar su nombre el algún sitio, aun cuando sea en la corteza de un árbol.
No es lo mismo crearse un nombre por una obra perfecta como valer una medicina por el nombre adquirido.