Las mordeduras más peligrosas son las del calumniador entre los animales salvajes y las del adulador entre los animales domesticados.
El más dañino de todos los animales salvajes es el murmurador; de los animales domésticos, el adulador.
El amor es el pasatiempo de los ociosos.
Tales decía que no existía diferencia entre la vida y la muerte. ¿Por qué no mueres entonces? Le preguntaron. Porque no hay diferencia alguna, repuso.
Sócrates ensalzaba el ocio como la más bella de las riquezas.
Ten ánimo, que ése es el saber de la virtud.