Dos clases de escritores tienen genio; los que piensan y los que hacen pensar.
Escribir para los niños no es escribir para tontos.
Aunque no soy hombre deletras, no debéis suponer que no haya intentado ganarme la vida honradamente.
El escritor sólo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad.
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo alrededor y decirlo bien.
Un escritor es un mundo encerrado en un hombre.