Al adagio el pintor nace, no se hace, nosotros oponemos el siguiente: el pintor nace, sin duda alguna, puesto que su facultad es emotiva... pero después se hace o deshace.
La música, siempre que no sea simple artificio de sabias combinaciones sonoras, sino contemplativa y evocadora, complementa el espíritu, haciéndolo que viva en el ambiente de lo infinito.
Siempre creí y sigo creyendo, que los artistas que viven y trabajan con valores espirituales no pueden ni deben permanecer indiferentes a un conflicto en que están en juego los valores más altos de Humanidad y de la civilización.