La verdadera misión del ejército consiste, no en apoyar incondicionalmente a cualquier personaje que se declara amo de un pueblo cuando sea oprimido.
Si hay algo desmoralizante en la administración pública de las naciones, ello consiste, en gran parte, en favorecer con los empleados públicos a personalidades que, si bien carentes de patriotismo, poseen de sobra el arte egoísta, y como egoísta, corruptor, de halagar por cuantos medios tienen a la mano a los poderosos de quienes esperan una recompensa.