La Naturaleza es una gran armonía en la que sólo existe un progresivo desarrollo orgánico, y la enfermedad se produce cuando se destruye esta armonía en el cuerpo.
Ningún órgano puede actuar por sí solo, sino siempre en conjunto con todo el cuerpo. Una curación es posible solamente cuando todos los órganos se ponen al servicio de la defensa.