Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de los otros.
Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
Aunque el final del mundo sea mañana, hoy plantaré manzanos en mi huerto.
Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda.
Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
Toda labor que anima a la humanidad tiene dignidad y se debe hacer con una excelencia meticulosa.
Tendremos que arrepentirnos en esta generación, no tanto de las malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena.
Nada se olvida más despacio, que una ofensa; y nada más rápido, que un favor.