Amigo de los amigos, / huésped de predilección, / eres amigo y maestro, / confidente y confesor; / compañero en las vigilias, / en la pereza, aguijón; / en la soledad, recreo, / y en los caminos, mentor.
Es este trono tan grande que Dios tan sólo concede a los hombres cuando nacen.
Vivimos respirando mentiras, cogidos todos en una red de farsa o disimulo, y la verdad, siempre la verdad, sólo la verdad, acaba por parecer locura.