Date a ti mismo todas las probabilidades de triunfar. Y, si fracasas, ¡fracasarás luchando!
El fracaso nunca será definitivo si la determinación de alcanzar el éxito es tan fuerte que no se acaba ni disminuye.
Los premios se encuentran al final de la competición y no al principio. La copa del vencedor se gana después de mucho cansarse, sudar y sufrir.