Conocer en la realidad a grandes personas, te hace pensar que tú también puedes llegar a ser grande.
Dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así que suelta las amarras. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa los vientos favorables en tus velas. Explora. Sueña. Descubre.