La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad.
La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue.
El requisito del éxito es la prontitud en las decisiones.
No existe ningún secreto que pueda compararse con la rapidez.
Un hombre sabio se procurará más oportunidades de las que se le presentan.
El que no aplique nuevos remedios, debe esperar nuevos males; porque el mayor innovador es el tiempo.
No existe prosperidad sin temores y disgustos; la adversidad tampoco existe sin conformismo y esperanzas.