¿No tenemos una perpetua inclinación, pese a la excelencia de nuestro juicio, a violar lo que es la ley, simplemente porque comprendemos que es la ley?
Siempre andamos a la caza de lo que nos está prohibido y deseamos lo que nos niegan.
Es instinto de la mente humana que aquello que más se veda, más se desee.