Uno camina por la calle que tu vista se cruza con la de un traseunte. Algo de inquietante hay en su mirada, te causa intranquilidad, influye psicológicamente en ti y te produce un cierto estado de ánimo.
La suma de las escenas así imaginadas despierta en nosotros la emoción requerida, el sentimiento, la comprensión y la verdadera experiencia que buscamos.