Da mucha fuerza cumplir con el deber entre otros que no lo cumplen, aun cuando se trate de un deber establecido de mutuo acuerdo.
Es posible arrastrar las ovejas al matadero, es posible encerrar en una fortaleza a bandidos y ladrones, es posible transportar leprosos a un lazareto, pero lo que no es posible es obligar a una persona insensible a oír música.