La aurora del amor es el deseo.
¡Se puede ser Don Juan muchas veces; pero Romeo... sólo una! Eso explica, quizá, la existencia de los libertinos y de los descorazonados.
El amor sin esperanza acaba por convertirse en tósigo o por desvanecerse.
Dios no existe, la Naturaleza se rige por sí misma.
La poesía heroica contribuye a formar la verdadera nacionalidad por la fusión de los recuerdos gloriosos, y a dar a las masas el conocimiento de su verdadero valor en los futuros conflictos de la patria.